La noche antes de la verbena de San Juan, voy a una panadería a ver el día más tranquilo del año, como necesitaban unas fotografías y yo necesitaba cocas, jugamos al mundo del trueque, de esta forma pude ver y disfrutar el proceso del pan en una panadería de las de toda la vida.
Hasta ahora, mi único acercamiento a hacer pan fué en una granja-escuela, hace demasiados años y no lo recuerdo muy bien. Así que fué una gran oportunidad para acercarme al mundo del panadero.
Al estar medio recuperada y no estar al 100 %, veo que no estoy lo suficientemente preparada para hacer las fotos, han quedado chulas, pero sé que puedo dar mucho más, no tengo libertad de movimiento, me canso pronto y no puedo aguantar al momento cocas, cosa que me hubiera hecho ilusión.
Os dejo con las fotos.
Pequeño detalle, como las fotos no tienen sonido, imaginaros la música máquina, ritmo perfecto para no perder cuerda entre bollo y bollo.
¡¡¡Por cierto, las cocas del Forn Sarret estaban buenísimas!!!
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