Pese a llevar el brazo en cabestrillo, voy con el Xavier Basiana a hacer una sesión de fotos a las chicas de la sincro. Me cuesta hacer fotografías y me duele el hombro pero pese a todo pillo en algunos momentos la cámara. No me puedo resistir.
El Xavi desde el primer momento vio el lugar perfecto, la piscina de al lado de en la que entrenan, el agua estaba más calmada y la luz era preciosa, así que aprovechamos hasta que vinieran a entrenar los de waterpolo para montar los focos y hacer unas cuantas imágenes.
Os dejo en avance una imagen de la sesión.
Me siento afortunadísima de ser fotógrafa, poder disfrutar y sentir estos momentos. Si pudiera sobrevivir de la fotografía, sería la ostia.
¡Puta crisis!
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