RODA

Domingo de roda, ¡que gran día!

El día de roda, es un día diferente desde primera hora del día, muchas veces se te pone un nudo en el estómago que se va multiplicando cuando llega la hora de comer, su momento álgido cuando has quedado para ir a la roda.

Este domingo había roda en el local de ECAAM, el estar coja y el no poder jugar, me hace verlas de una forma totalmente distinta, la difruto detrás del ruedo.
Es un aprendizaje de batería, escuchar como suena en cada momento, voy viendo los juegos y siento como la gente va reaccionando roda tras roda, como viene y como sale, con toda sinceridad es una experiencia que me está gustando vivir.

A mí, gracias a la confianza de Cebolinha estoy espabilando con el berimbao... espero que poco a poco consiga llevarlo mejor e ir soltándome.

Por ahora, lo que se, es que cada día disfruto más de las rodas, de la capoeira, de las baterías, de los entrenos y con cada pequeña cosa que va formando parte de mi.

Sólo queda darle gracias a Contramestre Montanha de todo corazón, por lo mucho que me ha enseñado y toda la paciencia que ha tenido conmigo (al recordar mis inicios con el pandero... se le podría beatificar, me tiraba horas aporreándolo y preguntándole trozos de letras, una y otra vez, os recuerdo que mi memoria es de pez).

Siempre me alegro de aquella vez que fuí a parar por casualidad a la casa de la Montanha, el lujo que he tenido de poder aprender con él  todo este tiempo, y ahora me alegro de estar con treinel Cebolinha (los dos alumnos de Mestre China), con su ilusión, sus ganas de enseñar, de mejorar y aprender, haciendo que me suelte y que poco a poco disfrute más y más de la capoeira.