dimecres, 15 de febrer del 2012

ISÓBARAS

Dormir, dormir  y domir... 

He estado conociendo y viviendo los horarios de los sesenta años, esos que hemos oído muchas veces en conversaciones de nuestras madres:

- No aguanto más en la cama y me levanto muy pronto.
- Yo también, me hago el café y miro las noticias.
- Yo me tomo la pastilla del calcio, así puedo estar la media hora sin moverme en el sillón y veo la serie esa del coche que habla.
- Algún día la he visto, pero me gustan más los primeros capítulos de Cuentame. Ves el cambio del crío pequeño...

¡¡¡BIEN!!! Empiezo a dormir y a descansar.



Sí, he estado viendo el coche fantástico.
Y gracias a la ola de frío siberiano he llegado a ver las noticias una y otra vez.
Soy una experta en los números de muertos por frío en Ucranía.
En mínimas y máximas.
He visto mil piscinas heladas.
Dos mil fuentes a las que le tiran un bloque de hielo para demostrar la gran capa de hielo que la cubre.
Tres mil niños tirándose bolas de nieve o bajando en trineo.
Y lo peor,
¡¡¡un montón de reporteros haciendo el angel!!!




Amanece...
 Un día cansado, los ánimos por los suelos.
En casa, todos al mismo nivel.



Pero todo cambia...
Finalmente encuentro un nuevo rincón en casa de mis padres. 
Con muy buenas vistas e ideal para hacer ejercicios, leer, tocar y cantar.





Esta foto es horrorosa, pero me acuerdo de lo contenta que estaba con la doblada la rodilla. 
Hoy me haré una foto de lo que consigo doblar, cuando llegue el día y la cuelgue...

¡Fliparéis!


2 comentaris:

  1. Yo que ya he sido testigo de tu progreso en persona, lo reafirmo! Es impresionante el progreso que has hecho y me encanta.

    ResponElimina