Como los calçots me sientan super bien y escucho al cuerpo que da gusto.
¡dos calçotadas en un fin de semana! aún así, el sabado prometí no comer un calçot en mi vida.
Empecé a olerlos. Mi salivada empezaba y no había vuelta atrás.
Así que rechacé mis malos recuerdos y me dispuse a disfrutar de la calçotada antes de que las cebolletas llamadas calçots hicieran de las suyas en mis intestinos.
Como estoy coja y no soy de mucha ayuda, puedo hacer fotos sin sentirme mal.
Después de una buena calçotada nada mejor que un café y un pacharán para redondear el día.
¡Viva la temporada de calçots!
Viva!!!!!!!!!!!! Y viva el almax!!!
ResponEliminaMmmmm...!! Viendo estas fotos me han entrado ganas de más calçotada!! Estamos a tiempo aun? Esperar un año me da un paaalooooooo...!!
ResponEliminammmm.... Habremos de mirar si cuadran agendas y si aún queda temporada
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